jueves, 10 de abril de 2014

Bonjour Orléans

Este blog no podía empezarse con otro destino que no fuera mi queridísima Orléans, destino perfecto de mi Erasmus...

Hasta hace tres años yo nunca había oído hablar de Orléans y quizás a muchos os pase lo mismo. Es muy popular la americana Nueva Orleans, conocida por su burbon y el jazz, ¿pero qué hay de la Orléans original? Esta pequeña ciudad apareció en mi vida y me acogió durante un añito, un añito en el que me fascinó día tras día. Quizás no sea la ciudad más conocida de Francia y posiblemente nunca se posicione a la altura de París, Niza o Burdeos pero esta ciudad tiene un encanto especial y por eso merece ser visitada.


Hôtel Groslot
Orléans es la capital de la región centro de Francia y es una de las ciudades que forman parte de la Ruta de los castillos del Loira. Si bien castillo no tiene ninguno, esta ciudad encierra una fuerte historia en la que Juana de Arco es su protagonista absoluta. Por toda la ciudad vamos a encontrar referencias a esta heroína francesa que en 1429 liberó a esta ciudad del asedio inglés y a la que los orleaneses le demuestran aún hoy su agradecimiento de diferentes formas.
Inciso: sí, mucha adoración y gratitud pero al final fueron los propios franceses los que la quemaron el la hoguera por bruja...
cathédrale Sainte-Croix

Lo primero que llama la atención de esta ciudad es su magnífica catedral gótica, Cathédrale Sainte-Croix d'Orléans. Si bonita es su fachada, el interior no tiene nada que envidiarle: preciosas vidrieras que  además de decorar los muros pintan el suelo de diferentes colores mediante sus reflejos, un magnífico órgano o la estatua de Juana de Arco. A unos pasos de la catedral nos topamos con un edificio que parece estar construido con cristales de colores: el Hôtel Groslot. Este llamativo edificio sirvió como Ayuntamiento de la ciudad aunque actualmente es uno de los puntos turísticos claves de la ciudad ya que hace las veces de museo, mostrando las estancias, mobiliario o cuadros que formaron parte de este antiguo Ayuntamiento. La entrada es gratuita así que no hay excusa para no entrar.
Entre abril y mayo tienen lugar en la ciudad las fiestas de Juana de Arco, fêtes de Jeanne d'Arc, y durante estos días de celebración la fachada de la catedral se ilumina cada día con un pasaje diferente de la batalla que libró en la ciudad la heroína. Asimismo, la catedral y el Hôtel Groslot también participan durante estos días en los diferentes actos que se llevan a cabo en la ciudad: apertura y cierre de las fiestas, desfiles, conciertos, flashmaps... Si hay una fecha perfecta para visitar la ciudad es en los días en los que la ciudad está de celebración.

Las fiestas de Juana de Arco ofrecen diferentes actividades que tienen lugar por toda la ciudad: desde las calles del centro hasta la Ile Charlemage (isla Carlo Magno). Estas fiestas son la oportunidad perfecta para, además de conocer la historia de la ciudad de forma amena, disfrutar de su artesanía y sus productos gastronómicos. En la Ile Charlemagne se asienta, el 1 de mayo, un campamento medieval con tiendas de campaña, juegos propios de la época para los más pequeños, torneos medievales... Recomiendo tomarse un crêpe hecho al fuego ya que creo que es la única ocasión en toda Francia para probar este dulce elaborado de una forma tan curiosa.


Otro de los atractivos de Orléans es el Parc Pasteur... el pulmón de la ciudad. Si el día acompaña no hay nada mejor que hacer un picnic en este parque. Para los más pequeños hay un carrusel, un trenecito de vapor que recorre el parque y un pequeño lago en el que se puede jugar a los barquitos; para los mayores hay pistas de baloncesto y tenis. El parque está muy bien cuidado y ofrece unas vistas muy agradables de la catedral.
Por último, un paseo por la orilla del Loira es una parada obligada en esta visita. Un ambiente de lo más agradable y tranquilo para poner punto y final a nuestro viaje. En una de las orillas del río hay un bar-restaurante que ofrece platos de la gastronomía local y unas vistas insuperables.
Orléans y el Loira

 La ciudad se puede visitar perfectamente en un día y medio y luego se pueden visitar otras de las ciudades próximas como Bourges, Tours, París... Otra de las ventajas de esta ciudad es que no es demasiado grande y todos los monumentos se encuentran en su casco histórico, que se puede visitar sin necesidad de usar el transporte público.
À bientôt!
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